Nuevas directrices federales para la respuesta de emergencia ante incidentes con aviones F-35
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Con el fin de reforzar la seguridad y la preparación, la Administración de Seguridad de Oleoductos y Materiales Peligrosos (PHMSA) del Departamento de Transporte de EE.UU. ha publicado unas directrices actualizadas para el personal de emergencia que responda a incidentes en los que se vean implicados aviones de combate F-35.
La directiva describe los protocolos fundamentales para gestionar los riesgos específicos asociados a este avanzado avión furtivo, que cuenta con materiales compuestos y sistemas de alto rendimiento que plantean riesgos específicos en caso de accidente o incendio.
Peligros de los materiales compuestos y seguridad en el lugar de los hechos
Una de las principales prioridades es la seguridad en el lugar de los hechos, en particular el riesgo de que se liberen contaminantes en el aire al arder los materiales compuestos de la aeronave. Se aconseja a los intervinientes que mantengan una distancia mínima de 330 pies de los restos, a menos que participen directamente en las operaciones de rescate. La guía también recomienda acercarse a la aeronave desde un lado, nunca de frente, y mantener húmedo el lugar del accidente para eliminar las partículas nocivas.
Extinción de incendios y equipo de protección
La PHMSA hace hincapié en la necesidad de que todo el personal que participe en las tareas de extinción de incendios disponga de un equipo completo de lucha contra incendios estructurales y de un aparato de respiración autónomo (SCBA). Se insta a los equipos de apoyo, incluidas las fuerzas del orden, a que lleven máscaras N-95 o P-100 y permanezcan a barlovento del lugar del accidente. Se debe minimizar el contacto con los escombros debido a la naturaleza afilada y potencialmente tóxica de los fragmentos compuestos.
Descontaminación y control sanitario
Los protocolos posteriores al incidente incluyen la descontaminación exhaustiva del equipo y del personal, con el equipo expuesto sellado y limpiado en las instalaciones designadas. Se indica a los intervinientes que se duchen inmediatamente después de abandonar el lugar y que vigilen la aparición de síntomas como dificultad respiratoria, irritación cutánea o molestias oculares, posibles indicadores de exposición a materiales peligrosos.
Conservación del lugar de los hechos
Para apoyar las investigaciones en curso, las directrices exigen una alteración mínima de los componentes de la aeronave, documentando cuidadosamente cualquier movimiento necesario. La PHMSA también recomienda la coordinación con el Centro de Operaciones del F-35, que ofrece apoyo 24 horas al día, 7 días a la semana, a los equipos de respuesta a incidentes.
La guía completa, que incluye órdenes técnicas e información de contacto, está disponible en el sitio oficial de la PHMSA.
Dado que el F-35 sigue desempeñando un papel central en las operaciones aéreas de EE.UU. y sus aliados, las autoridades afirman que este protocolo actualizado es esencial para garantizar tanto la seguridad de los intervinientes como la integridad operativa en caso de emergencia.